capitulo 5:
Al llegar allí, Zoe, bajo del auto. La casa estaba exactamente igual a cuando la vio por última vez, aquella tarde de otoño, hacía ya, 9 años atrás.
Se quedó tildada ahí, viendo como los recuerdos pasaban frente a ella, especialmente, los recuerdos con Alex.
Aquellas travesuras de gemelas y los regaños que ambas recibían por tales acciones, sabiendo así, que ya no volverían a suceder y que, al fin y al cabo, solo serían eso, SOLO RECUERDOS…
Volvió en sí, corrió hasta la puerta, la abrió y entro. Roux y Zack quedaron desorbitados por lo que ella había hecho aunque ninguno de los dos omitió palabra al respecto.
Zoe subió las escaleras a más no poder con la esperanza de encontrar lo que ella buscaba. Se dirigió rumbo a su antigua habitación esperando poder hallarlo, pero, que sorpresa la suya al ver que todo en aquel cuarto, que alguna vez había sido suyo, estaba ordenadamente igual a cuando se marchó, cada cosa en el mismo lugar y no faltaba ni sobraba nada.
Fue directo a una de las esquinas de la misma y busco allí un cofre de juguete que les pertenecia a ambas.
Saco la llave de su bolsillo trasero y tomo el candado de dicho objeto, inserto la llave y esta encajaba perfectamente, eso quería decir que ella tenía razón. Pero, siendo esto así, ¿Quién mierda tendría esa llave? Pensó.
Ese cofre era algo muy importante para Alex y Zoe cuando eran pequeñas, la última vez que se vieron Alex le prometió a Zoe que nadie más sabría de los secretos que el cofre guardaba y que ella seguiría con la “búsqueda”. ¿Habría Alex roto su promesa?
Claro que ya habían pasado varios años y ese cofre guardaba las esperanzas por encontrar algo nuevo de unas niñas de 8 años…tal vez no era tan grave si Alex no había cumplido con su palabra…pensaba Zoe un tanto confundida y con una imponente necesidad de aclarar sus dudas.
La muchacha iba a abrir el maldito cofre pero se dio cuenta de que no quería hacerlo todavía. De que quería atar todos los cabos sueltos y que, cuando lo hiciera, recién ahí lo abriría. Así que, simplemente, saco la llave y soltó el candado.
Guardo el cofre en ese lugar “secreto” que ambas tenían en uno de los rincones del cuarto y salió de este.
Bajo las escaleras y se encontró con Zack y Roux en el sofá hablando.
ZACK: ¿Dónde fuiste?-cuestiono al ver sus ojos vidriosos-.
ZOE: Al baño-mintió-es que me duele demasiado la cabeza y fui a lavarme la cara.
Roux sabía que Zoe mentía porque hacía lo mismo que Alex, me refiero a que le preguntaban algo sencillo y ellas explicaban el por qué o el como con lujo de detalle, pero de todas maneras hizo caso omiso a su instinto y le pregunto…
ROUX: ¿De que querías hablar?-en un tono serio-.
ZOE:-Negando con su cabeza-No, no quería hablar, más bien, les quería informar-dijo convencidísima-.
ZACK: ¿Informar? ¿Sobre qué?
ZOE: Es que yo…decidí que…quiero quedarme aquí por un tiempo.
ROUX: ¿Cómo? Zoe, ¿tu estas segura?
ZOE: Si-contesto- ¿papa?
ZACK:-Estaba callado y pensativo-¿Por qué?-pregunto-.
ZOE: ¿Por qué, que?-le respondió con otra pregunta-.
ZACK: Que ¿por qué quieres quedarte Zoe?
ZOE: Por que al llegar aquí me di cuenta de cuanto extraño Alemania-volvió a mentir-.
ZACK: Mira mejor hablamos mañana ¿sí?-respondió y Zoe solo asintió-
NARRA ZOE:
Me Dirigí directo a la puerta y les dije a mis padres que saldría a dar una vuelta por el lugar. Salí de la casa y comencé a caminar y caminar, conocía el lugar mejor que nadie y sabía exactamente donde ir para pensar.
Este era otro de los secretos que Alex y yo compartíamos. ¡Espero encontrarlo! Repetía en mi cabeza una y otra vez mientras caminaba.
Camine por un par de minutos y llegue. El lugar era una cueva escondida entre piedras y árboles. Era realmente bellísimo, la cueva tenía escalones, por así llamarlo, de piedra. Alex y yo siempre quisimos llegar hasta al final de estos pero nunca pudimos, recuerdo que la última vez que lo intente termine con una pierna rota. Volviendo al tema, en la cueva también había un pequeño lago de agua sumamente cristalina.
Me senté en el suelo frente al agua y su sonido a pensar pero esto logro un efecto indeseado en mí.
Comencé a llorar desconsoladamente sin poder parar aquel llanto, aunque algo si lo hizo. Sentí un ruido de piedras moverse, y algunas muy pequeñas cayeron sobre mí, así que, contuve mi respiración sin hacer ningún tipo de sonido y sentí otra respiración en el lugar y estaba un poco agitada…
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